Muros de papel
Apuntes sobre la suspensión.
dibujo: Violeta Ospina
La mañana del martes 19 de febrero, antes del llamado "Paro de los trabajadores" de la Universidad Nacional, un grupo de la Maestría en Teatro y Artes Vivas, en el marco de un taller con Héctor Bourges, se encuentra en el Edificio de Derecho escuchando una charla sobre los intereses de un Plan de Ordenamiento Territorial en el CAN (Centro Administrativo Nacional). Al parecer, este plan oficial y de orden privado, estaría presionando a las entidades y los edificios públicos (que tienen deterioro), entre ellos los de la Universidad, incluso del barrio La Esmeralda y el Greco, a que vendieran sus terrenos. La avenida El Dorado al parecer se reviste con su nombre. El interés del sector privado en esta zona parece ser un fantasma que aparece como la única salvación para la Universidad, "sino tiene plata, venda que nosotros lo mejoramos". Salvación que no llega a los edificios que están en deterioro en el Campus.
Un nuevo grafitti bello y siniestro aparecía bajo la firma del Colectivo Arquitectura Crítica Enrique Triana. Y dice: Edificios de papel. Acercándonos a la pared nos posamos en ella pensando en una acción de sustentación del edificio pero poco a poco descubrimos que podíamos arrancar pedazos de pared. Así lo hicimos al otro día, ya habiendo comenzado el paro, comenzamos a repartir, a manera de suvenires, pedazos del edificio en sobres debidamente marcados con el lugar de procedencia y la fecha (como el Muro de Berlín). Con cucharas y espátulas eran retiradas capas del muro/memoria/pintura. Algunas personas se acercaron para recibir el suvenir un poco extrañadas, otras curiosas por entender el por qué y otras que se quedaban y nos comentaban sus anécdotas en el edificio, su cercanía y sus reclamaciones por su estado. Al parecer el edificio se sostiene entre la convocatoria de un concurso nacional para un nuevo edificio y la propuesta de un nuevo edificio pero que salga de una convocatoria internacional, para buscar mejor financiación.
Edificio de Arquitectura. Muro de las lamentaciones.
Este jueves nos volvimos a reunir con Juan Mosquera (Alimaña) y con Nathaly Rubio, ya sin la excusa del taller de Bourges para continuar horadando el edificio con el deseo de comenzar una acción que no termina por decidirse (la demolición) y nuestra acción impotente pero deseosa de atravezarlo. Con cucharas, conversaciones, insultos, el sonido de una trompeta y espátulas hemos ido llegando a sus ladrillos. A la acción se ha unido intrépidos arqueólogos, afanados destructores, arquitectos sin salones de clase... Entre el sonido del tintineo contra la pared hay un espacio abierto a las conversaciones, reclamaciones y preguntas. El acto repetitivo de horadarlo nos permite trazar desde el agotamiento un política del cuerpo desde el afecto.
Este jueves nos volvimos a reunir con Juan Mosquera (Alimaña) y con Nathaly Rubio, ya sin la excusa del taller de Bourges para continuar horadando el edificio con el deseo de comenzar una acción que no termina por decidirse (la demolición) y nuestra acción impotente pero deseosa de atravezarlo. Con cucharas, conversaciones, insultos, el sonido de una trompeta y espátulas hemos ido llegando a sus ladrillos. A la acción se ha unido intrépidos arqueólogos, afanados destructores, arquitectos sin salones de clase... Entre el sonido del tintineo contra la pared hay un espacio abierto a las conversaciones, reclamaciones y preguntas. El acto repetitivo de horadarlo nos permite trazar desde el agotamiento un política del cuerpo desde el afecto.
Puede pasar y llevarse su pedazo.
Gracias por compartir. Te invito a que nos sigamos y a ver mi ultimo shooting, para QA, muévete a verlo. Besos y besos.
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