sí, pregúntame de dónde soy...

Comentario crítico sobre el doblete de texto en tea-tron de Azkona&Toloza (Moira Millán).

http://www.tea-tron.com/txalotoloza/blog/2020/04/07/moira-millan-sobre-landing-a-ritual-of-empathy-de-eszter-salomon/

En agosto de 2019, un mes después de asistir al recorrido sonoro de Azkona&Toloza, Tierras del sud, estuve en una exposición en Treviso (la ciudad de Luciano Benetton), más bien una puesta en escena de la "redención de occidente" que señala Moira Millán en su texto y denuncia sobre la performance de una coreógrafa que trae a Europa una danza mapuche para... ¿crear un ritual de empatía?

Don’t Ask Me Where I’m From. A Travelling Exhibition of Post-Migrant ArtArtistas migrantes participaron con sus obras en un museografía que separaba el espacio expositivo en colores, incluso en muchas de las obras se podía percibir la marca Benetton. Una exposición sobre inclusión, integración y post-migrant art, financiada por una empresa y una familia que ha saqueado al pueblo mapuche, apropiándose se sus tierras y criminalizando sus luchas, daba, de nuevo, dolor y rabia. Me parece importante señalar que el antirracismo está sirviendo de fachada para la United Colors of Benetton en las artes plásticas sin ninguna crítica con la empatía convertida en marco.

Esto lo traigo a colación porque recientemente, en Europa, se siguen construyendo narrativas de opresión desde el arte, no solo sobre el pueblo mapuche, sino sobre las personas migradas. No vi la obra LANDING de la coreógrafa citada. Solo he visto las fotografías. El texto de la obra es lánguido, precisamente porque en este caso, es muy difícil separar la política de la danza, sobre todo si hablamos del pueblo mapuche en el contexto europeo. Tampoco sé si es comparable el gesto de extracción que hace Benetton del antirracismo político con el de la coreógrafa, no es igual, pero creo que sí abres el radar y la escucha, en el contexto acá para mirar allá, escuchas la lucha mapuche en tensión con este territorio a través de grandes terratenientes y es imposible que en tanto coreógrafa o autoridad artística, no te preguntes si tu apuesta no está más del lado de la empresa Benetton.

La danza escucha el cuerpo, escuchar el resentimiento de identidades que siguen en disputa por el derecho a la dignidad, a la vida y al territorio es difícil, pero ahora mismo es una posibilidad con varios frentes y capas de realiad. Escuchar la simultaneidad en el conflicto es una apuesta posible para las artes vivas y del cuerpo.

Por eso, resiento como Moira, del extractivismo epistémico en el arte que no considera a las comunidades ancestrales como agentes políticos, como agentes de rabia, como motores de un archivo de de sentimientos de la teatralidad y de la danza que abre caminos al encuentro. Para producir un encuentro empático sería necesario cuestionar este tipo de estitizaciones de lo político y la capacidad de convertir una comunidad entera en un fetiche cultural. Me parece un territorio necesario para las artes vivas y del cuerpo, señalar las diferencias, abrirse a la simultaneidad de discursos, presentar capas de narrativas, cuestionar y entender estas prácticas, más allá del individuo creador y más cerca de lo común.

Firma: comandante_chicunguña

Don’t Ask Me Where I’m From. A Travelling Exhibition of Post-Migrant Art.
https://agakhanmuseum.org/exhibitions/dont-ask-me-where-im-from


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