Contra el indio #guíadeturismodebarcelona

Barcelona es un ciudad del deseo, que te vende lo que sea y a cualquier precio.

Por sus calles puedes encontrar imágenes que nunca debes olvidar: la escultura de un indio arrodillado y besando la mano de un cura, debajo de la monumental estatua Colón o un edificio con la exposición de Sophie Calle llamado La Virreina.

Si te alejas un poco del sector turístico y te paseas por Sant Antoni, y vas despacio mirando vitrinas, muy cerca de su mercado por remodelar, verás un dibujo de un indio estereotipado en un anuncio de publicidad de una juguetería muy popular llamada DRIM. Esta imagen y esta frase que no puedes olvidar:

No facis l'indi, compra en Drim.

No te hagas el indio, compra en Drim.

La imagen del indígena, y la frase en catalán que los acompaña, te recuerda que no existes, que de donde vienes tu existencia se hace plástico para juguete. 

Tampoco existen la comunidades indígenas que guardan sus tradiciones, y que todavía resisten incansablemente un sistema neoliberal en una Colombia supuestamente multicultural. 

En Colombia la minga sigue en guardia porque les arrebatan las tierras, los asesinan y los desplazan. La imagen dice: nunca serán realmente reparados por los gobiernos, nunca serán reparados por los colonizadores, hagamos con su representación un juguete para nuestros hijos. 

Pero las personas y los muertos no se borran. Al lado de esa imagen esta la del muerto, mi muerto. El muerto recuerda la vida. En Colombia están dando la vida las comunidades indígenas para decir: el Cauca no se toca. Lo seguirán haciendo y seremos haciendo los indios.

Aquí acaba la guía. ¿Quieres aprender un poco de catalán? 

Repite: No facis l'ignorant. Y discúlpate. 

Leonato Povis, 2016,