FLASH OFRECE CAMBIAR SU IDENTIDAD SECRETA
I. Rápidamente, nada me detiene, salgo a la calle y a la primera persona parada al lado de un poste le pediré el mejor trueque de su vida: cambiar la mía por la suya. Esta idea no es nueva, pero ensayarla puede abrir un buen margen de libertad. Ella saldría con mis amigos yo con los suyos, viviría en mi casa yo en la suya. Parece un reality, pero le propondré a esta persona que no vale la pena telivisarlo... cada uno tendrá un registro propio de su vida en la vida del otro.
El filósofo Leo Masliah me hizo actuar en ese sentido:
http://www.youtube.com/watch?v=L-k8P6Q3VbQ
II. Para que de resultado otro debería aceptar y es díficil que cualquier desconocido, ni vestido de flash gordon...¿acaso no están cansados de lo mismo? Un amigo resolvería el problema, sin embargo estaríamos sometidos a la misma rutina de amistades y terminaríamos por vernos en los mismos lugares. Si tuviera que escoger a la persona tal vez entraría a jugar contra mis propios prejuicios porque no sé hasta que punto desearía estar en el lugar de otro si su rutina es precida a la mía. Miedo al aburrimiento y a la hipocresía. Tampoco soporto la idea de sentirme en una situación dónde no puedo decir lo que deseo y expresar mi malestar contra una vida demasiado cómoda y determinada. No sé si podría soportar el rechazo, según sea el caso.
III. La única solución es viajar a otro lugar y colocarme la camiseta de extranjero.
El filósofo Leo Masliah me hizo actuar en ese sentido:
http://www.youtube.com/watch?v=L-k8P6Q3VbQ
II. Para que de resultado otro debería aceptar y es díficil que cualquier desconocido, ni vestido de flash gordon...¿acaso no están cansados de lo mismo? Un amigo resolvería el problema, sin embargo estaríamos sometidos a la misma rutina de amistades y terminaríamos por vernos en los mismos lugares. Si tuviera que escoger a la persona tal vez entraría a jugar contra mis propios prejuicios porque no sé hasta que punto desearía estar en el lugar de otro si su rutina es precida a la mía. Miedo al aburrimiento y a la hipocresía. Tampoco soporto la idea de sentirme en una situación dónde no puedo decir lo que deseo y expresar mi malestar contra una vida demasiado cómoda y determinada. No sé si podría soportar el rechazo, según sea el caso.
III. La única solución es viajar a otro lugar y colocarme la camiseta de extranjero.
Comentarios
Publicar un comentario